Los Tammarianos es una cadena montañosa compuesta de valles, lagos y montañas que a pesar de ser intangible está localizada en un lugar remoto de los Pirineos. Su aislamiento, su riqueza biológica y su belleza son paradisíacas. Los animales y las personas conviven en su locus amoenus con armonía observados por rocas y elevaciones. Los picos de tres mil y cuatro mil metros enaltecen el parque nacional. La zona protegida ocupa cien kilómetros de extensión, los cuales son muy admirados por sus cataratas, por su mármol verdinegro y por sus curiosas formaciones volcánicas.
Al vértigo, además de ser una novela de amor, es una oda a la vida retirada. Perpinyà se une a los autores que nos invitan a huir del “mundanal ruido” de la ciudad y de las intrigas políticas. Desde Horacio, San Agustín, Luis de León, Antonio de Guevara , Petrarca, Rousseau, Senancour , Verdaguer, Nietzsche , Thoreau o Wang Wei, hasta el ideal del Shangri-La de Lost horizon (1933 ) de James Hilton, la película de Franz Capra la cual, ambientada insólitamente en el Himalaya, obtuvo un gran éxito.
Antonio de Guevara, Menosprecio de corte y alabanza de aldea (1539)
Propuse muchas vezes de salirme de la corte y luego a la hora me arrepentía; proponía de estarme en casa y luego apostatava; proponía de no ir a palacio y luego iba otro día; proponía de no hablar en vacante y luego la pedía; proponía de más no me enojar y luego me apassionava; capitulava comigo de estudiar y luego me cansava. (…) Quédate adiós, mundo, pues que en tu casa a ninguno veo contento
Nietzsche: Invitación al retiro (Así habló Zaratustra, 1885)
Todo lo que es grande se desarrolla lejos de la plaza pública y de la gloria; lejos de la plaza pública y de la gloria han vivido siempre los inventores de los nuevos valores. Huye, amigo. ¡Refúgiate en la soledad! ¡Te veo perseguido por moscas venenosas! ¡Huye donde soplan vientos fuertes y duros!
El último lugar habitado del valle es Freixe, un pueblo medieval de casas de piedra habitado por cuatrocientas personas. Desde allí sale un cremallera que atraviesa el bosque y sube hasta 2.380 metros. El tren acerca a los excursionistas al corazón del macizo, brindándoles el acceso a las célebres cataratas y a todos los rincones de los Tammarianos. Veinte metros más arriba del final de la vía férrea, en una planície majestuosa se halla el refugio Quesler: Et in Arcadia ego.
El refugio Quesler, situado a 2.400 metros, es el centro de acción de Al vértigo. Allí encontramos a nuestros protagonistas: Vinyot, el jefe de los guardas, un montañero experimentado que bordea los sesenta. Sus jóvenes ayudantes: René Ceverní (que hace de narrador) y Jurdi Salma , el más atrevido de todos. La bella y enigmática guía Irena Besikova, y los excursionistas que realizan estancias en él, empezando por el entusiasta arquitecto Eduard Tarreny.
La profesión de Eduard y el nombre del refugio enlazan este libro con otro de la autora, Una casa para componer: La protagonista se llamaba Olivia Kesler, una pianista que buscaba un espacio inspirador y que, quién sabe, quizás lo encontró en ese pintoresco refugio en medio de una naturaleza asombrosa. Al escribir Al vértigo, la memoria de un personaje tan civilizado y artístico como la señora Kesler introduce en Perpinyà una inquietud subliminal que le hace preguntarse a dónde pertenece: ¿a la cultura artística de Kesler o al beatus ille de la naturaleza?