Desde que publiqué Las criptas de la crÃtica, Veinte lecturas de la Odisea en 2008, ha habido novedades en la teorÃa literaria. En estos quince años, los estudios culturales se han ampliado mucho. Las nuevas tendencias son cada vez más polÃticas y sociales. Tanto que, a menudo, van en detrimento de la literatura. No harÃa falta que fuera asÃ. Si el investigador de literatura no la deja a un lado y actúa como un literato y como un filólogo, las interrelaciones pueden ser bienvenidas. Cualquier investigación puede ser interesante, si se profundiza y se centra en las palabras, en la inteligencia y en la ficción. Cuando el estudiante analiza superficialmente un fenómeno cultural e intenta opinar como un periodista aficionado o como un sociólogo sin formación ninguna, el resultado es muy pobre y no dice nada que no supiéramos antes.
En Las criptas de la crÃtica, considero que los estudios literarios del siglo XXI caminan hacia la crÃtica al sistema (queer theory, poscolonial, crÃtica institucional); la disolución de fronteras (razas, géneros, lo real & lo virtual; el viaje); la defensa del marginado y del secundario. La idea más respetada es la interrelación. La globalización tiene muchos partidarios, pero también cuenta con detractores ya que atenta contra las minorÃas.
Aunque se han mantenido las lÃneas maestras que describà en el 2008, creo que puede ser útil para el lector actualizar sus contenidos y ordenarlos en este esquema, puesto que la diversidad de campos de trabajo es enorme.
Ahora me tocarÃa ilustrar cada tendencia de este esquema con un comentario de la Odisea como hago en la resta de capÃtulos de Las criptas de la crÃtica para que se viera mejor de qué se trata. Sin embargo, esta vez dejo que sean ustedes quienes pongan en práctica estos nuevos enfoques del siglo XXI.
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